Cuando se trabaja en el ámbito sanitario, la higiene es prioritaria. Por ejemplo, cuando se pasa consulta, puede ser que un determinado cliente padezca de gripe. Si la aparatología que se utiliza para diagnosticarle no se desinfecta de la forma adecuada, el próximo cliente se contagiará, lo que convertiría a los centros médicos en una elevada fuente de contagios.
Existen algunos aparatos médicos que por su precio elevado, no pueden ser desechados por cada paciente que los usa, por lo que sus piezas se pueden desmontar para ser esterilizadas y luego ser usadas de nuevo.
Sin embargo, la gran mayoría de los productos de consulta son desechables. Esto quiere decir que se usará uno diferente en cada paciente. La gran ventaja de este tipo de artículo es que tiene un coste muy reducido, por lo que se podrá usar uno diferente cada vez sin que esto incluya un desembolso económico elevado.
Entre los productos desechables más usados en el ámbito sanitario nos encontramos con batas, delantales, guantes, esponjas, mascarillas, gorros, manguitos… es decir, aquellos que va a usar el propio médico, pero también existen algunos específicos para el paciente.
Otra de las ventajas de estos productos es que vienen fabricados en diferentes materiales, pensados, sobre todo, por si acaso el paciente puede tener algún tipo de alergia: por ejemplo, en el ámbito de los guantes, estos los podemos encontrar tanto en látex, en vinilo o en nitrilo. Por ello, si un paciente determinado ha desarrollado una alergia al látex, tiene las otras dos opciones a elegir.
Los centros médicos no podrían desarrollar su labor actual si no contasen con estos elementos desechables, por lo que ya nos podemos hacer una idea de porque se consideran tan importantes en nuestro día a día.